Asomarse al estudio de Luis Gordillo es como descubrir magia en estado puro. Sus obras cubren las paredes del luminoso y amplio espacio que los arquitectos Ábalos y Herreros construyeron en Villafranca del Castillo.
El estudio está formado por dos niveles, que permiten ver una perspectiva de todo el estudio. En la parte superior tiene una cubierta vegetal y en la fachada sur un jardín vertical.
Para Ábalos y Herreros sus intereses se concentran, básicamente, en programas contemporáneos, en las relaciones entre técnica y naturaleza, en la relación entre lo natural y lo artificial. Su obra se adentra en territorios que, en ocasiones, resultan marginales al mundo profesional del arquitecto (vertederos, playas artificiales...), y se emparenta con el pragmatismo americano y con algunos personajes de la vieja Escuela de Madrid, como Alejandro de la Sota. La investigación de técnicas constructivas a partir de patentes de catálogos y el cuidado por la situación urbana, sin llegar nunca a un contextualismo, son dos de las características principales de sus obras.
Biblioteca Municipal de Villanueva de la Cañada, 1997.
Arquitectos fueron Jose María Churtichaga y Cayetana de la Quadra-Salcedo.

La biblioteca infantil se encuentra separada en un bloque de dos alturas con planta de estrella.
El resto del programa que además de biblioteca incluye zonas de conexión a Internet, un pequeño auditorio y salas de estudio se encuentra comunicado interiormente por un sistema de rampas que conectan todos los niveles.
Piscina cubierta y gimnasios de Villanueva de la Cañada, 2001.
Arquitectos: José María Churtichaga + Cayetana de la Quadra-Salcedo.

Me impactó el zócalo exterior construido con gaviones de piedra caliza. Tiene una gran característica y es que tienen unos grandes lucernarios que tienen una gran presencia en el interior del edificio.
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